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Ago

2021

Para una empresa existen, básicamente, dos fuentes de financiamiento. Estas son: la deuda y los recursos propios (capital).

Por Jorge Gallo. 09 agosto, 2021. Publicado en Correo

En cuanto a la deuda, esta puede ser de corto o de mediano/largo plazo. La primera sirve para financiar necesidades también de corto plazo, tales como desfases temporales de efectivo, ventas a crédito o compra de materiales o mercadería. El costo de las mismas, expresado por la tasa efectiva anual (TEA), es más caro ya que no se tiene certeza del destino de los fondos y, generalmente, no tiene garantías.

Para financiar necesidades de mediano o largo plazo – compra de activos fijos, por ejemplo – están las deudas de mediano y largo plazo. Estas exigen el aporte de una cuota inicial y también, muchas veces, la constitución de garantías reales (hipotecas, prendas), lo que reduce el riesgo de la colocación o financiamiento y, por tanto, la TEA cobrada.

Si la empresa tributa en el régimen general del impuesto a la renta, el costo de la deuda tiene un beneficio tributario conocido como el Escudo fiscal, lo que le permitirá pagar menos impuestos.

Por otro lado, los recursos propios (capital) es la otra fuente de financiamiento. Y también tiene un costo y es el relacionado con el costo de oportunidad; es decir, que esos recursos que voy a invertir en un negocio particular también los podría invertir en otro u otros. Si existe un mismo nivel de riesgo, se debe elegir el que ofrezca una mejor rentabilidad. Si existe el mismo nivel de rentabilidad, se debe elegir el de menor riesgo.

No existe (felizmente) una fórmula sobre cuál es la mejor estructura deuda/recursos propios, pero sí el siguiente criterio: si el costo al que se consigue la deuda es muy alto (un micro empresario o un informal), es recomendable que financie sus operaciones con un porcentaje mayor de recursos propios (capital) que deuda. Y, al contrario, si se trata de una empresa (mediana o grande) donde se puede conseguir la deuda a un costo (TEA) menor y, además, se tiene el beneficio del escudo fiscal, no cabe duda que es mejor que se financie con una porción de deuda mayor a la de sus propios recursos.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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